martes, 23 de marzo de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

Asamblea con AMLO: 21 Marzo/10 am






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Café y Petróleo
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martes, 9 de marzo de 2010

LIDIA CACHO PLAN B (NO ME REGALEN FLORES)

No me regalen flores

A nadie se le ocurriría mandar flores a los mexicanos para celebrar el bicentenario de la Independencia de México, entonces ¿por qué el 8 de marzo la gente regala flores a las mujeres? ¿Por qué mandan mensajes, sms, power points cursis? como si el 8 de marzo fuera el día en que se festeja ser mujer, como si fuera otra especie de día de la madre.

Esa fecha fue elegida para recordar la muerte masiva de trabajadoras de la maquila hace cien años en Nueva York. Pero en realidad sirve para recordar un movimiento social que a pesar de llevar tres siglos de historia sigue oculto ante la mirada de las mayorías. Los políticos entregan premios a “mujeres notables” y el resto del año ignoran la condición de sus ciudadanas. En las escuelas poco o nada dicen a niñas y niños sobre marzo 8.

Por eso nuestras hijas e hijos no saben que la historia ha ocultado que el feminismo sufragista practicó y reinventó formas revolucionarias de manifestación social, la interrupción de oradores, la huelga de hambre, el autoencadenamiento, los panfletos reivindicativos. Las mujeres que exigían el voto innovaron formas de agitación y replantearon la lucha pacífica, ejemplo que imitaron movimientos políticos posteriores como el sindicalismo y el de los derechos civiles. Hace cien años se decidió reivindicar lo que se venía diciendo hacía 200 años: que el desarrollo social no existe sin la paz y la equidad entre hombres y mujeres. Que el feminismo es filosofía y no guerra de sexos ni pecado, que hizo suya la protesta simbólica, le dio la vuelta a la revolución sexual, desarrolló la teoría del género y acuñó un nuevo significado para el patriarcado y evidenció el daño de la violencia doméstica y sexual.

Por eso había que demostrar cuántas mujeres y niñas eran esclavas, cuántas vivían violencia, cuántas morían por hablar, cuántas eran utilizadas como carne de cañón en guerras y como prostitutas forzadas para tropas enemigas. Había que demostrar al mundo del poder (un mundo eminentemente masculino) que resulta absurdo e injusto que las mujeres sean consideradas inferiores, que se les negara el derecho al voto, a su salud sexual y reproductiva, a la política, a la tenencia de tierras. Si una mujer se queja ante el juez por los malos tratos de su marido el juez le pregunta ¿y qué hizo usted para provocarle? A pesar de la evidencia, el mundo se resiste a la igualdad real.

Algo ha cambiado en tres siglos, pero no lo suficiente. Millones de mujeres siguen buscando argumentos que les permitan demostrar cabalmente que son ciudadanas en situación de igualdad. La barrera más grande a vencer es el poderoso desprecio sexista. Ese desprecio que pregunta burlón ¿y para qué quieren las mujeres que se mencione su presencia con un “las mexicanas” si el masculino es universal? Ese desprecio que humilla a los hombres equitativos y los aísla de las mayorías del poder porque les considera peligrosamente feminizados.

Así es que este 8 de marzo habría que pedir a los políticos que en lugar de regalar flores y discursos sobre el día de las mujeres, ofrezcan políticas públicas que hagan efectiva la equidad. Que se reivindique la historia, una historia que nos hará más libres, que nos permitirá transformar a nuestra sociedad y erradicar el sexismo y la discriminación.

CABEZAALCUBO

La televisión anda últimamente inflamada de fervores patrios, hirviente celestina de amores solidarios entre connacionales y pletórica factoría de ardor nacionalista, de cariño por los próceres de la historia, henchida cornucopia de orgullo, tan mexicana ella, encendida hija de la Patria, rebullo de vítores, serpollar de porras, de ajúas, de chirimías y guitarrones; cuetones de feria, fuegos artificiales, bengalas, toritos y compases de mariachi con falsetes a la Miguel Aceves y bemoles a la Jorge Negrete. Bebe tequila y mezcal; come tamales. Canta solemnes, sentidas vivas a la gesta independentista, suelta chiflidos de arriero a la turba revolucionaria, odas al santoral histórico que encabeza el cura Hidalgo y cierra el campesino Zapata mientras, desatada la trenza y suelto el chongo, avienta públicos ajajayes y orasíes, cabrones, a lo mero mexicano. Por lo pronto deja guardaditos en un rincón a los rijosos Juárez, Lerdo de Tejada, Justo Sierra, Mina o Mier, y no se diga a revoltosos recientes, como Revueltas, los mineros de Cananea o, no lo quiera el dios omnipotente de Riveras y Cavernales, las anónimas víctimas de la carnicería moderna, como en Acteal o Aguas Blancas, pasando por Tlatelolco, hasta llegar a Villas de Salvácar, porque oiga usted, tampoco es cosa de abanderar los palomeados calzones de la histórica disidencia ni ese anticlericalismo lesivo que el obispo de Ecatepec (el millonario obispo del mísero Ecatepec, debe acotarse) alguna vez calificó de “laicismo, pura estupidez”…

Tanta propagandística matraca y tanto cuete chiflador patriotero buscan celebrar el centenario de la Revolución mexicana de 1910 y el bicentenario de la guerra de Independencia de 1810, esto, vaya, orquestado por un régimen de derechas que en la práctica reniega de la vena socialista, progresista o simplemente libertaria de tales episodios de la historia de México que fueron, más que suceso, carnicería, y más bien estimula la dependencia económica de México siempre deudor con otros países mientras implementa políticas socioeconómicas de espalda a los pobres. No sólo se trata burdamente de conmemorar procesos históricos que por dolorosamente sangrientos, pero sobre todo por inconclusos –y terriblemente inconsecuentes– no significaron un verdadero cambio en la forma y expectativa de vida de las inmensas mayorías de pobres y de ignorantes con que se fue acuerpando la población del país entero, país de minorías criollas y mestizas lastimosamente racistas y clasistas en medio de una mayoría de indígenas y mestizos condenados por usos y costumbres lesivos a una ciudadanía de segunda o cuarta o quinta clase, sino que se pretende ignorar una idiosincrasia vergonzante por agachona, una odiosa propensión a la corruptela, la trácala y la evasión de la propia responsabilidad, y una vena profundamente hipócrita en el ámbito de un quehacer social sujeto al fanatismo religioso sincrético y sin sentido a la hora de contrastarlo con lo que sucede en calles de villas, pueblos y ciudades.

Los patrioteros espots de la televisión son casi todos producción del estafilococo que vive del erario público en mansiones rodeadas de guaruras y soldados, que come rico a diario y ni jodida idea tiene de lo que es subirse a una pesera, al Metro atestado en hora pico, o tener que caminar kilómetros a la escuela, o cargando las bolsas del mandado, pero también hay anuncios que espontáneamente producen las televisoras del duopolio privado de Televisa y TV Azteca. En cualquier caso, es infame el contraste entre lo que según ellos, los espots, el gobierno, los señoritos de la tele, es el país, con escenas de campo limpio y productivo, sin cinturones de miseria infestados de niños barrigones de amebas y sin indigentes, porque en esos anuncios desde luego no hay balaceras ni soldados abusivos en las calles ni, fíjese, perros callejeros ni ratas en los inmensos basureros a cielo abierto que adornan las vecindad de cualquier ciudad en México. En esos breves poemas visuales, no hay graffiti, ni secuestros, ni baches. Allí no hay narcomantas de diez por siete ni se tapan las alcantarillas y nadie termina buceando en mierda, vivo ni muerto.

En fin, que me convierto: rezo, suplico, reclamo, sacrifico. Hago lo que me digan, me inyecto lo que me ordenen, me trueno a quien quieran o dejo que me lo truenen, pero por favor, por favorcito, que alguien me lleve a vivir al México –creo en ti– de los anuncios de la tele. Porque en el de este lado de la pantalla ya de plano no se puede vivir.

Jorge Moch
tumbaburros@yahoo.com

viernes, 5 de marzo de 2010

Hazle una pregunta a López Obrador




El ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal acudirá a la cabina de W Radio a presentar su proyecto de país y a responder todas las inquietudes que tengas sobre su plataforma económica, política y social.


Dialoga con Andrés Manuel López Obrador en una transmisión interactiva.
Este Martes 9 de marzo, 7 de la noche

Escuchala a través de:
www.wradio.com.mx



Envía tus preguntas para López Obrador en esta dirección:
http://www.wradio.com.mx/2foro.aspx






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jueves, 4 de marzo de 2010

AMLO EN W RADIO

W Radio te invita al segundo Foro W

Dialoga con Andrés Manuel López Obrador, en una transmisión interactiva

Martes 9 de marzo, 7 de la noche
Tlalpan 3000, México D.F.

30 radioescuchas serán seleccionados para estar presentes en el Foro W.

El ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal acudirá a la cabina de W Radio a presentar su proyecto de país y a responder todas las inquietudes que tengas sobre su plataforma económica, política y social.

¿Cómo asistir?

1.- Envía hasta el viernes 5 de marzo, tus preguntas e inquietudes, las cuales deberán ser breves.

2.- Incluye tu nombre, teléfono y correo electrónico para ponernos en contacto contigo.

Puedes participar desde cualquier parte de la República Mexicana y Estados Unidos a través de nuestra página, vía telefónica o por mensaje sms


*Participación sujeta al tiempo del Foro W

martes, 2 de marzo de 2010

VOLANTE REVOCACION DE MANDATO

REVOCACION DE MANDATO

cabezaalcubo

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mpunes puercos

En México a diario se cometen miles de delitos e injusticias desde los peldaños del poder: despojos, estafas, amenazas, asesinatos, secuestros… Aprendemos desde niños dos cosas: el abusivo siempre es más fuerte y a menudo se sale con la suya. El pensamiento criminal campea desde la corrupta médula de quien comete una infracción de tránsito y elude su responsabilidad ofreciendo un roñoso soborno de veinte pesos, hasta el que ordena una masacre. Desde la miseria de los extrarradios hasta lo más selecto de la burguesía y sus barrios limpios y sus revistas de sociales, nos habita una vena de corrupción. Por eso hay sectores de la sociedad mexicana que parecen intocables. Una execrable mezcla de poder político, favores económicos y fanatismo religioso, pero también una suerte de concertación sectorial y defensiva aunque en sus defensas se atropelle lo más elemental de la decencia humana, es lo que apuntala la impunidad de los pederastas en México, particularmente de aquellos que son ministros de culto de la Iglesia católica. La hipocresía y la doble moral son raseros que tasan una de las conductas más odiosas.

Mientras en otros lugares del mundo donde se dio cobijo a depredadores sexuales con sotana, como la arquidió cesis de Massachusetts en Estados Unidos o la comunidad recalcitrantemente católica de Irlanda, hoy se ventilan de frente a la feligresía los crímenes sexuales de sus sacerdotes, en México se sigue procurando la indigna exculpación expedita a pesar de que haya confesiones o irrefuta bles pruebas en testimonios y documentos o, peor, en flagrancia plena. En México a los padrecitos (y a no pocas monjas, también) se les perdona todo, o casi todo, desde el abuso psicológico hasta el asesinato, y no se diga la depredación sexual perpetrada por sacerdotes, diáconos o seminaristas, porque viven en régimen de excepción jurídica, arropados por poderes fácticos sobre los que el clero, impúdica y contradictoriamente en un régimen de laicismo consagrado en la ley, ejerce no sólo inexplicable influencia, sino control gravoso e ilícito. Es el imperio de la conciencia, esa etérea materia sobre la que el clero, como cualquier integrismo excluyente, clama potestad histórica aunque violente ética y ley. El clero, en arrogancia infinita, se piensa inmune a la ley mexicana.

En la televisión la curería tiene uno de sus más útiles voceros. Tanto Televisa como tv Azteca, sobre todo esta última, operan en pro de los argumentos de la curia, ya omitiendo las notas de prensa que pueden lesionar la imagen y el “prestigio” del clero, ya exaltando en cambio el discurso conciliador o atenuante cuando al clero no le queda más remedio que encarar las porquerías que cometen sus miembros. Cuando un periodista de la televisión va en contra de esa inercia, se estrella contra la inamovible piedra de la complicidad de sus jefes o de aquellos a los que éstos obedecen: señorones empresarios, príncipes de la Iglesia.

Ya sea un carnicero sexual que ha destrozado la vida y la inocencia a decenas de niños como Nicolás Aguilar, protegido del arzobispado de México y prófugo impune, ya sea el pederasta y estafador que fue Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, ya cualquiera de los muchos depredadores sexuales que se esconden en esa o en otras órdenes católicas, ya las monjas que abusan de pupilas casi siempre de extracción muy humilde, a las que mantienen en virtual situación de esclavitud, ya el vicioso cobarde cura jalapeño, dueño de una vasta colección de pornografía infantil, y a pesar de las voces de indignación de gruesos sectores de la población, de valientes ciudadanos y colegas periodistas que han señalado el caudal de mierda que se nos derrama desde ciertos rincones clericales, allí las voces de Lydia Cacho, de Sanjuana Martínez, de Denise Maerker, de Carmen Aristegui, Javier Solórzano, Ciro Gómez Leyva y cualquiera que se ha atrevido a denunciar la porquería que rodea los crímenes sexuales del clero mexicano, y a pesar también y sobre todo de las voces de las víctimas, los grandes depredadores sexuales andan libres, o de pronto se esfuman, o pasan apenas unos cuantos años en una cárcel sin grandes restricciones. Un día simplemente salen libres, sin noticias, sin comentarios acalorados de los conductores de los noticieros. A la sorda. Como suelen hacerse las cosas en este país salpicado de sangre y lodo en los que de esos impunes puercos sólo nos quedan huellas que seguirán siendo abiertas, supurantes heridas sin curación.

Jorge Moch
tumbaburros@yahoo.com