martes, 13 de abril de 2010

CHISTE PARA FECAL

Un niño japonés llega a Estados Unidos y el papá lo inscribe en una escuela… el primer día de clase, la maestra presenta a Susuki, hijo de un empresario japonés, a los chicos de sexto grado. Luego la maestra le dice a los alumnos:

—Empecemos por repasar un poco de historia de América del Norte y del Sur. ¿Quién dijo “denme la libertad o la muerte”?

La clase se quedó callada, excepto Susuki. —Lo dijo Patrick Henry en 1775.

—¡Muy bien!

—¿Quién dijo “el gobierno del pueblo, para el pueblo no debe desaparecer de la faz de la tierra”?

De nuevo silencio y la respuesta de Susuki. —Abraham Lincoln, en 1863.

La maestra asombrada les dice chicos debería darles vergüenza, Susuki es nuevo en nuestro país y sabe más de historia que ustedes…

La maestra alcanza a oír un susurro. —¡A la mierda con los malditos japoneses! ¿Quién dijo eso?, pregunta la maestra.

Nuevamente Susuki levanta la mano y dice: General McArthur, en 1942.

La clase enmudece y un chico espeta: ¡Voy a vomitar!

La maestra trata de ver al alumno irrespetuoso diciendo: Ya está bien, ¿quién dijo eso?

Y Susuki contesta: George Bush padre al primer ministro japonés, en 1991.

El alumno que era el número uno de la clase le gritó: ¡Yo era el primero hasta que llegó este japonés de mierda!

Y Susuki contesta: Mario Vargas Llosa, en las elecciones peruanas en 1990.

La clase entra en un estado de histeria colectiva. La maestra se desmaya, cunde el caos…

Mientras los alumnos se arremolinan alrededor de la desvanecida maestra, uno de ellos exclama: ¡Chingao, la cagamos!¿Y ahora cómo arreglamos este desmadre…?

Y Susuki responde: Felipe Calderón, Ciudad Juárez, febrero del 2010.

viernes, 9 de abril de 2010

Jueza admite a trámite amparo contra el Reanut

Jueza admite a trámite amparo contra el Reanut

No exime a promoviente de que se le cancele línea sin registro; pero revisará la medida.

La Jornada en línea
Publicado: 09/04/2010 12:38

México, DF. Tras el rechazo de varios jueces, por primera vez se admitió hoy a trámite un amparo contra el Registro de Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut).

La Jueza Séptima de Distrito en materia administrativa, Leticia Flores Díaz, dio entrada al análisis del recurso promovido por Carmen Mónica del Castillo Arias, a quien, sin embargo, se negó una suspensión provisional que la exima de que se le cortar el servicio si no se registra antes del plazo fijado en la ley, las 12 de la noche del 11 de abril.

La admisión de la demanda implica que el Poder Judicial se pronuncie sobre la la medida y, por tratarse de una ley federal, el tema eventualmente podría llegar a la Suprema Corte de Justicia.

Hasta ahora, los jueces federales en el DF habían rechazado los amparos por considerarlos extemporaneos, ya que los demandantes no habían sufrido afectación alguna, a ninguno se le ha cancelado el servicio de telefonía celular.

martes, 6 de abril de 2010

cabezalcubo

Inconsecuencia del vacacionista

Este es un país mudadizo. Para unos trampa, pozo insonda ble donde se pierden respetos, prestigios, personas, em pleos, inocencias o la vida, mientras que para otros cornucopia feraz. Todo depende de qué lado de la oligarquía esté uno parado, qué negocios tiene. Mientras las redes sociales hacen retrato pavoroso de la realidad nacional y los testimonios atroces corren de boca en boca, el discurso oficial del presidente miniatura, empiringotado desde su mediá tico sagrario –primorosamente protegido por guaruras pretorianos que lo hacen inalcanzable hasta para las lágrimas de una madre a la que le acribillaron brutalmente un hijo adolescente o le quemaron vivo un bebé de un año– dicta otra visión del señorío en que todo marcha bien, con algunos “problemillas”, quizá; pequeñeces. Porque no existe, según el enanismo mental del poder, desabasto moral y el tejido social es de fibras de primera. Los huecos en la túnica los parcha la televisión, que para eso es la alcahueta oficial del reyezuelo y sus alecuijes de corbata y helicópte ro, y con el favor de dios las cosas de veras irán emparejando con las de mentis. A pesar de la Historia que muestra en contrario, la política nacional, esa vieja meapilas de día y puta de noche, insiste que plañir mentiras como cuentas de rosario las trucará milagrosamente en verdades. Pero nada de esto importa realmente. Porque llegan las vacaciones. Y México siempre se olvida de sí. En vacaciones todo es playa y festival. La televisión y sus socios de cervecerías y firmas refresqueras aportan una pléyade de trovadores de pacotilla, sin discurso estético defendible, para el cada vez más nutrido sector de la perrada a la que hipócritamente los estamentos del poder obsequian el eufemismo “clases po pulares”. La calidad del cancionero la dicta la televisión, cuyo poder de penetración ha rebasado por mucho la de cualquier otro medio masivo de comunicación aprovechando la tugurización de la vida nacional, del empleo, de la educación, del civismo casi inexistente, de la maltrecha honestidad colectiva. Manifestaciones musicales regionales que eran tradición y folclore se han entreverado con expresiones del más burdo mercantilismo. Por eso en una escuela pública de Reynosa, por ejemplo, alguna maestra, quizá el director de la institución, los padres de familia, todos, son los culpables de incubar sociópatas cuya existencia luego llorarán amargamente, pero bien aplaudieron a niñas y niños de cinco o siete años que, en un fin de curso, bailaron un reguetón antes impensable y cuya letra reza amenazas de ráfagas de metralleta, los varoncitos vestidos de sicarios, playera negra y pantalones camuflados, y las niñas con faldas cortas de mucho vuelo, bailando como pequeñas estre llas de table dance. La sociedad mexicana, feliz en su video cracia de escándalo y abulia, sigue indiferente ante su propio, imperecedero colapso.

Pero nada de ello importa. Porque la raza se va de vaca ciones y presume que toda la mierda del país se borra a tragos de caguama, con paseos, si hay dinero, a la playa, al pueblo de los abuelos y hasta a ese espejismo onírico que son Disneylandia y Las Vegas para quienes creen que conocer mundo es irse a gastar dólares al imperio, aunque se los siga despreciando por mexicanos.

Viene a cuento otra escena de noticiero de la tele. Un fin de semana largo, previo al período vacacional, Acapulco se convierte en tierra de nadie, espacio entre trincheras. Ban das criminales se enfrentan a balazos en sus calles. Hay gen te inocente que queda atrapada en el fuego cruzado y termina en la sangrienta estadística que adorna al régimen. Las playas sin embargo están atestadas. Se cuentan más de treinta muertos a balazos en las calles del puerto en dos días. Pero el reportero a cuadro encuentra testimonios que reflejan no sólo el aislamiento moral de los vacacionistas, sino su cándida estupidez, la inconsecuencia de su apatía hasta el momento, diosnoloquiera, en que sean ellos los que queden en medio de una refriega. “No vimos nada, fíjese, acá todo está muy tranquilo.” “¿Balacera, dice?, ¿a poco aquí en Acapulco?” Que alguien pase las papas y la caguama. Tía, ya saque los taquitos. Amá, quiero refresco. Viejo, pásame un cigarro, mira qué bonitas las olas. Qué buenas viejas se vienen a pasiar acá, compadre.

Digo, para qué echar a perder la inconsecuencia de las vacaciones, tan sabroso que es tirarse en la arenita tibia a mirar nalgonas y forzudos. ¿Balaceras, dice?, n'ombre, eso es allá lejos, donde sea pero no aquí…

Jorge Moch
tumbaburros@yahoo.com