VEN..
¡¡Ven¡¡,
siéntate a
mi lado
mirarme a
través de tu mirada es mi deseo
¡¡no!!, no
pronuncies absolutamente nada,
ansió
contemplar las líneas de tu cara
como antaño
lo habituaba,
antes de
naufragar en tu dicha
entre tus
labios
y tus manos
que acarician.
Quiero
preservarte en mi silencio,
en la
quietud de nuestras noches
en tus
cuarenta y tantos años de vida
vida que
has otorgado.
Déjame
contemplar tu cuerpo
tu ser en
horas nocturnas disfrutado
pretendiendo
volver a ser eternos
niños dichosos de ser uno solo
jóvenes jugando a ser apasionados.
Olvida por
un momento a los hijos
los nietos
siempre estarán bien cuidados
mejor
recordemos nuestros sueños,
los
momentos en que a besos nos trenzamos
y la
distancia no existía, ni el reloj nos apuraba.
Déjame contemplar
tu sonrisa
niña
inquieta y mujer provocadora
risa que
me estrujaba el alma
cuando me
veías pasar bajo la ventana
donde cada
noche mis pasos escuchabas.
Guillermo
Cruz
17 de Mayo
de 2015
©DerechosReservados®
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