viernes, 1 de marzo de 2013

cabeza al cubo domingo 24 febrero 2013


Jorge Moch
tumbaburros@yahoo.com
Twitter: @JorgeMoch
Pero primero lo que es noticia
En 2007 treinta y ocho trabajadores petroleros fueron desaparecidos. La nota la destacó hace una semana Sanjuana Martínez en este mismo diario. Sanjuana, concienzuda siempre en su oficio de periodista incómoda al poder, hace el recuento escalofriante de otras desapariciones de trabajadores petroleros y señala el silencio de la dirigencia sindical que regentea, desde hace demasiados millones de pesos, Carlos Romero Deschamps, cobijado por los gobiernos del prianismo con la impunidad que le obsequian tres reelecciones y un puñado de diputaciones y senadurías de postre. El país se precipita en una espiral infinita, contradictoria y brutal de violencia, corrupción, cinismo, despilfarro y miseria que arramblan el abanico de la convivencia social, desde las guarderías concesionadas por el gobierno hasta la multiplicación despiadada de la fosa común. En cada gobierno municipal y estatal, y sobre todo en el federal, están enquistados decenas de miles de criminales, de corruptos, de delincuentes muchas veces ni siquiera disimulados. En la sociedad mexicana los usos y costumbres de regiones enteras se han adecuado a los usos y costumbres del narcotráfico, la extorsión, la guerra por territorio o rutas de paso y toda la parafernalia inherente a la diversificación de la industria del crimen: el secuestro en que participan policías o militares, ya en activo o en retiro; la trata de indocumentados o de mujeres y niños para la esclavitud sexual y la pornografía ilegal; la macabra pero inocultable industria del tráfico de órganos; el robo de automóvil, a casa o transeúnte, el cobro de derecho de piso y de paso. El país entero se ha convertido, gracias a las recetas del capitalismo bestial e individualista del neoliberalismo impuesto por la recua de Salinas y sus sucesores, en una cloaca, un peligroso juego de espejos para turistas e inversionistas que no pocas veces vinieron a dejar el pellejo acá. Un país convertido en botín de trasnacionales, en hazmerreír electorero internacional, en fuente de jugosas comisiones para los personeros de la corrupción corporativista.
El país se ha convertido en brega dificilísima para la gente que quiere poner un negocio o estudiar una carrera, o conseguir un trabajo razonablemente bien remunerado. Se ha convertido en serpollar de manifestaciones seudoartísticas de pésimo gusto y ha facilitado la tugurización colectiva de la cultura popular, un vasto territorio cruzado por fanatismo religioso y una ignorancia general rampante, analfabetismo funcional y analfabetismo a secas; una sempervirente atmósfera de clasismo y racismo absurdos, de homofobia, de indiferencia social en la juventud que pertenece a esa minoría atorrante que compra en boutiques y estudia en universidades privadas, y viaja al extranjero pero no conoce el nombre de los barrios que forman cinturones de miseria a unas cuadras de su propia casa.
Pero el alemán Ratzinger llena las pantallas de televisión, entre un anuncio de automóviles y otro de champú y otro de condones; entre una exhibición de la más redundante vulgaridad en el video de un par de subnormales que se hacen llamar Wisin y Yandel, y la ñoñería facilona, sin brizna de virtud musical, de una balada berreada por Yuri. Pero la gripe aviar afecta siete granjas en Guanajuato y Rihanna o Madonna, o Paris Hilton o Britney Spears se emborracharon y enseñaron la cola porque no usan calzones, o se estrenan como diseñadoras o se estrenan como novias de un futbolista, o estrenan marca de perfumes. Pero Peña Nieto lamentó sinceramente la muerte del embajador griego. Pero Katy Perry presumió un soberbio anillo de rubíes. Pero Conagua presenta un plan nacional contra la sequía aunque la lluvia se vaya al drenaje. Pero Carlos Vela anota el décimo gol. Pero Peña juega golf. Pero Ratzinger, que todavía no se va, pide que recemos por él y su sucesor (millones de miserables sobran en su discurso). Pero para quién escribo todo esto. Pero en China hay quien piensa que México está en Europa. Pero acribillaron a cinco hombres en Monterrey. Pero Peña, como Calderón, lanzó su campaña anticrimen en Michoacán. Pero la buena alimentación influye en la estatura del mexicano. Pero el Chapo es Al Capone y Carlos Slim en uno. Pero el meteorito que cayó en Rusia fue como treinta hiroshimas, pero sin los muertos. Pero el mal llamado niño verde andaba pedo y se fue al Torito. Pero de volada salió con amparo. Pero la pedorrera televisiva no para. Pero sin sustancia ni vergüenza.
Pero ni quién le ponga el hasta aquí.

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